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Opinión: Un futuro no tan brillante

Foto: YON
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El mundo se está cerrando a los principios de los Derechos Humanos, estamos en una a puertas de volver a aquellos mundos planteados por George Orwell.

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Estamos a unas semanas de acabar este 2018 y en pocas palabras ya nos queda poco para entrar en la tercera década del siglo XXI, en la que nuestros antepasados pensarían, en su época, que ya por estos años tendríamos una mirada más reflexiva en temas de tolerancia, respeto, igualdad y armonía. Sin embargo, este año nos comprobó que cada día nos estamos cerrando a estos ideales.

El panorama político no es nada alentador: a Colombia llegó a la Casa de Nariño el candidato, que a pesar de venderse como centro derecha, su partido y su gabinete mantiene una ideología más extrema, casos como la eliminación de la dosis mínima y la polémica Ley TIC para dirigir el contenido de la radio y televisión pública. Además de este, en Brasil fue elegido Jair Bolsonaro, ex militar conocido como el ‘Trump brasileño,’ y quien se le ha caracterizado por un discurso fuerte en temas raciales, homófobos y hasta machistas. A esto, se le suma las fuertes protestas en países como Polonia por temas de inmigrantes. En resumen, el mundo se está girando a una extrema derecha, muy similares a las de Alemania e Italia en la Segunda Guerra Mundial y que puede afectar con los ideales de los Derechos Humanos.

Una evidencia de esto, fue lo que pasó este lunes en las Naciones Unidas, donde se promulgó el Pacto Mundial sobre Migración, que busca combatir la trata de personas y la separación de las familias migrantes, y que Estados Unidos, Chile, Brasil y República Dominicana le dieron la espalda.

¿Pero por qué pasa esto? Una de las respuestas a esto es la estrecha relación de grupos anti migrantes con la extrema derecha, la cual ha resurgido en las casas de gobierno de los principales países de Latinoamérica. Esta ideología, regresó a estos escenarios debido a los graves escándalos de corrupción que la izquierda orquestó o fue cómplice y también a la crisis social, económica y política que Venezuela está viviendo en la actualidad -producto de sus políticas cerradas. Sin embargo, el mundo no ve a más allá de esto, si miraran con más cuidado, encontrarían que incluso hay casos como el de Evo Morales, en Bolivia, que han mostrado que se puede disminuir la pobreza a niveles históricos y que su política anti drogas ha superado a la de Colombia y Perú, pese a no tener una cooperación con Estados Unidos.

La segunda década del siglo ya casi cierra su telón y los actores que estamos en esta obra vivimos una constante amenaza que pretende imponer políticas estrictas y dictadas por las mayorías, que poco a poco nos van quitando los derechos que se firmaron en 1948 en Paris.

Fuente: YON

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